jueves, 20 de octubre de 2011

Basura electronica en Argentina

Hace diez años, en la ciudad de Buenos Aires la basura electrónica era insignificante. Hoy, según el Instituto de Ingeniería Sanitaria de la UBA, por día los porteños sacan a la vereda más de media tonelada (573 kilos) de equipos electrónicos en desuso; entre ellos hay partes de computadoras (monitores, CPU, teclados), celulares, radiograbadores, reproductores portátiles de música, (este cómputo no incluye grandes electrodomésticos como heladeras, lavarropas y televisores).
Marcela De Luca, docente del Instituto de Ingeniería Sanitaria de la UBA, explica que una década atrás la basura electrónica era tan poca que cuando aparecía era clasificada dentro de otras categorías, según el caso. Ahora, aunque la media tonelada diaria de desechos tecnológicos representa apenas un 0,02 por ciento del total de los residuos de la ciudad, ya integran una categoría por sí mismos.

La Cámara
Argentina de Máquinas de Oficina, Comerciales y Afines (Camoca) estima que en 2009 en el país se produjeron 100.000 toneladas de desechos electrónicos. Esto representa que por cada argentino se tiran al año 2,5 kilos de estos residuos. De este total, 50.000 toneladas son provenientes de oficinas (informática, calculadoras, telefonía fija y celular, etc.), y otras 50.000 toneladas son originadas en hogares y comercios. 

Carlos Scimone, gerente de Camoca, señala que las impresoras de chorro de tinta están entre los equipos informáticos que más se desechan. "Se venden unas 900.000 impresoras de chorro de tinta por año, y estimamos que alrededor de el 85% de ellas reemplazan equipos que se desechan, unos 765.000", dice Scimone. Y agrega que en
2009 cayeron en desuso alrededor de 1,5 millón de computadoras. 


En tanto, un informe de la organización ambientalista Greenpeace que se dará a conocer en estos días, al que tuvo acceso Clarín, cita un trabajo de la consultora Carrier y Asociados según el cual este año se descartarán en el país 9,7 millones de teléfonos celulares.
Datos de la misma consultora indican que en 2005 se dejaron de usar 2,5 millones de teléfonos móviles, por lo que en los últimos cinco años se habría multiplicado por cuatro el número de celulares desechados.



En su informe, Greenpeace señala que en el país, en promedio, los celulares se renuevan cada tres años, pero la entidad estima que en los próximos meses los equipos se reemplazarán aún con más frecuencia, porque los rápidos adelantos en los servicios móviles dejan obsoletos a los equipos cada vez más rápidamente.
 

Fuente: clarin.com

lunes, 3 de octubre de 2011

Los residuos electrónicos, sin destino






La contracara del consumo / Consecuencias de la renovación y de los planes de canje!!

Quería encontrar la clásica heladera SIAM de bolita, símbolo de lo que había sido la empresa décadas atrás. Corrió hacia una más moderna que todavía tenía los imanes pegados sobre la puerta; se metió por un angosto pasillo entre los electrodomésticos arrumbados y la encontró. Descascarada, con el logo colgando, esa heladera había ido a parar ahí, a un patio trasero de la ex fábrica SIAM, situada en Avellaneda, a orillas del Riachuelo, procedencia directa de alguna casa como parte del plan canje de electrodomésticos de línea blanca que en 2009 promovió el gobierno nacional.


Esa heladera, al igual que las 1500 que quedan a su alrededor, ya fue desguazada: se le extrajeron los aceites del compresor y los materiales aislantes, y se separaron el gas, el plástico, el acero, el cobre y el aluminio para comercializarlos. A las carcasas se las fueron llevando de a poco en camiones, rumbo a una planta de recuperación de metales ferrosos que los clasifica y selecciona para abastecer a las plantas siderúrgicas de Ternium Siderar y de Tenaris, donde se convertirán en tubos o chapas laminadas de acero para la fabricación de autos, sembradoras, postes de luz, silos y lavarropas.
Contento por haber encontrado el modelo que buscaba, Julio Cozes, una de las 105 personas que trabaja hoy en la cooperativa que se formó tras la quiebra de la empresa a mediados de los 90, cuenta que por el plan canje llegaron a acumularse en pasillos, patios y galpones unas 16.000 heladeras y lavarropas. Un verdadero cementerio de electrodomésticos, destinado al reciclaje, que muestra sólo una ínfima parte de la contracara del boom de consumo: los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), cuyo número no sólo aumenta cada año, sino que, de no recuperarse, son los que mayor cantidad de sustancias contaminantes aportan al medio ambiente.
Porque, en líneas generales, el trabajo que viene realizando la cooperativa SIAM con las heladeras es una excepción: se calcula que se recicla no más del 2 por ciento de las 100.000 toneladas de RAEE que se generan por año en el país, según Greenpeace. Lo demás termina en la bolsa de basura, en la vereda, en services o acopiados en roperos, garajes y oficinas públicas y privadas.
Hoy, en la Argentina, en una casa de una familia tipo de cuatro personas pueden contabilizarse unos 50 aparatos o dispositivos eléctricos y electrónicos, entre electrodomésticos, televisores, equipos de audio o video, juegos, iluminación, pilas, baterías y cámaras de fotos, que pesan unos 420 kg, según precisa Gustavo Protomastro, director de Escrap, una red de operadores de residuos que promueve el uso sustentable de los aparatos electrónicos. De ese total, se desechan unos 10 kg por año, es decir unos 3 por habitante, y cuyo mayor peligro son los componentes altamente contaminantes que poseen, como mercurio, cadmio, bromo, selenio y plomo.
"La venta como segunda mano ha caído notablemente a la par del ciclo de vida de esos aparatos. Entre el 30 y el 40% de lo que va a la basura termina contaminando suelos y rellenos sanitarios; lo que se deja en la vereda es recuperado por cartoneros o chatarreros en busca de sus metales, pero también se desechan. Más del 50% queda acopiado en casas y una pequeña fracción llega en la actualidad a plantas, debidamente, para ser reciclada. De 120.000 toneladas anuales, no más de 10.000 se reciclan en plantas habilitadas", explica.
Son pocas las empresas habilitadas por la Secretaría de Medio Ambiente que gestionan residuos. Y firmas como Silkers o Scrap, y Rezagos se dedican a residuos informáticos y de telecomunicaciones, pero no a RAEE de línea blanca.

Números en alza

La cantidad de aparatos eléctricos y electrónicos que se descartan aumenta cada año. En su previsión para 2011, la Cámara Argentina de Máquinas de Oficina, Comerciales y Afines (Camoca) estima que se generarán unos 74.562.400 kg de residuos entre fotocopiadoras, impresoras, computadoras, cartuchos, teléfonos... Unos cuatro millones más de lo que se había alcanzado en 2010, sin tener en cuenta los residuos de electrodomésticos de línea blanca, respecto de los cuales no existen índices oficiales ni privados.
A Greenpeace no sólo le preocupan los residuos que se producen todos los años, sino también el acortamiento de los ciclos de vida de estos aparato, tanto por el boom del consumo como por la cada vez más acelerada renovación tecnológica. Por ejemplo, las computadoras: para este año, calculan que en el país se descartará más de un millón, número que en años venideros subirá fuertemente.
El de los televisores es un caso emblemático: entre la renovación tecnológica, el plan LCD para todos, las cincuenta cuotas sin interés, el efecto Mundial 2010 y el denominado "apagón analógico" por la llegada de la televisión digital se ha impulsado un fuerte recambio, que significó un incremento del parque de televisores en más de 20 millones de unidades en menos de una década, según Greenpeace.
Respecto de los celulares, en los últimos dos años se desecharon en el país casi 10 millones, es decir, cerca del 30% del parque actual.

EN NÚMEROS

  • 2%
    De los residuos se recicla

    No más de 10.000 toneladas se reciclan en plantas habilitadas por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.

  • 120.000 T
    Se descartan por año

    Es el número aproximado de residuos eléctricos y electrónicos entre los que se cuentan desde computadoras y celulares hasta pilas, televisores y electrodomésticos.

  • 16.000
    Heladeras por el plan canje

    Como parte de ese programa de 2009, promovido por el gobierno nacional en 2009, la cooperativa de la ex fábrica Siam recibió esa cantidad para reciclar.
LA LEY QUE ESPERA LA APROBACIÓN EN DIPUTADOS 

En mayo de este año, el Senado de la Nación aprobó el proyecto de ley que promueve la responsabilidad del fabricante hasta el destino final del producto, y que establece presupuestos mínimos para que se defina qué hacer con las más de 100.000 toneladas de basura electrónica que se producen por año en el país. Hoy, el proyecto que se encuentra en la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados y que será girado a la de Industria y a la de Presupuesto, espera alcanzar dictamen. "Mientras se dilate la promulgación de la ley, la basura electrónica en la Argentina seguirá creciendo", afirmó Yanina Rullo, coordinadora de la Campaña de Residuos Electrónicos de Greenpeace, que confía en que el proyecto se pueda convertir en ley antes de fines de año.

Publicado en La Nación - Domingo 2 de Octubre 2011 -